Trepanaciones para sacar de la cabeza a los malos espíritus; emplastos de alcohol y opio; rezos a Santa Bibiana o cualquier otro santo que se prestase a ayudar… Los tratamientos para aliviar la migraña vienen de lejos. No es de extrañar, ya que es un dolor terrible que limita mucho la vida de las personas. Si sufres migrañas, sabes de lo que hablamos, ¿verdad?
En la actualidad, existen varios medicamentos para tratar la migraña o cefalea. Entre ellos está la toxina botulínica, una sustancia que, aunque nos suene a veneno mortal, tiene muchas aplicaciones médicas. En este artículo revisaremos para qué sirve la toxina botulínica, con especial foco en el tratamiento de la migraña.
La toxina botulínica, un veneno que cura
La toxina botulínica es una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso. Está producida por la bacteria Clostridium botulinum, causante de una enfermedad llamada botulismo. De hecho, fueron unos científicos que investigaban una vacuna contra esta enfermedad quienes descubrieron el potencial de la toxina para tratar diversas enfermedades. Se dieron cuenta de que, al infiltrar la toxina botulínica en un músculo, este quedaba paralizado.
Desde entonces, esta propiedad de relajar los músculos se ha utilizado para tratar diversas enfermedades que se caracterizan por una contracción o actividad muscular excesiva. Pero, además de ser un potente relajante muscular, el botox o toxina botulínica tiene otras acciones:
- Disminuye la secreción de las glándulas, por lo que es útil para tratar enfermedades en las cuales hay una sudoración o una salivación excesiva.
- Reduce el dolor, ya que impide que se liberen en las terminaciones nerviosas las sustancias que provocan el dolor. En esta propiedad se basa, por ejemplo, su uso para la migraña y otras enfermedades dolorosas.
Existen siete tipos de toxina botulínica. La que se utiliza en medicina es la toxina botulínica A.
¿Qué enfermedades se tratan con infiltración de toxina botulínica?
Gracias a los efectos descritos, la toxina botulínica es muy útil para tratar diversas enfermedades, que te contamos a continuación.
Migraña y otros dolores de cabeza
La toxina botulínica es muy efectiva para tratar la migraña crónica. Luego hablaremos de este uso con mayor detalle.
Además, también se usa para tratar otros dolores de cabeza. Las neuralgias son dolores muy intensos, de aparición rápida y duración corta, en el trayecto de un nervio. La toxina botulínica ha demostrado en varios estudios que mejora la neuralgia del nervio trigémino. Otras neuralgias, como la del nervio occipital, también pueden mejorar.
Cada vez hay más evidencia de que otro tipo de dolor de cabeza, llamado la cefalea en racimos, puede mejorar también con la toxina botulínica, pero hacen falta más estudios para confirmarlo.
Botox para bruxismo
El rechinar de los dientes por la noche (bruxismo nocturno) o el cierre forzado de la mandíbula durante el día (bruxismo diurno), es un síntoma de una disfunción en los músculos masticadores que puede producir dolor de cabeza, dolor cervical y enfermedades dentales.
Emplear botox para tratar el bruxismo es un tratamiento que puede ser tan eficaz como el uso de férulas de descarga.
El tratamiento consiste en la infiltración de la toxina botulínica en los músculos masticadores para relajarlos y combatir las alteraciones del bruxismo.
La ventaja de un tratamiento de botox para el bruxismo es que su efecto se prolonga durante varios meses (3 a 6 meses) y permite prescindir del uso de otro tipo de relajantes musculares (evitando los efectos secundarios de somnolencia, disminución de reflejos, o relajación de otras zonas no afectadas por el bruxismo).
Distonías
Las distonías son contracciones involuntarias y prolongadas de los músculos que provocan posturas forzadas y, con frecuencia, dolorosas. Si tienes una distonía, eres incapaz de relajar el músculo y mover esa parte del cuerpo como quieres. Por ejemplo, la distonía del cuello (cervical) produce una tortícolis permanente que afecta mucho a la calidad de vida de quien la sufre. La toxina botulínica puede obrar maravillas en estos casos.
El blefaroespasmo es otro tipo de distonía en la que los párpados se contraen tanto que los ojos se cierran y no se pueden abrir. Es la primera enfermedad para la que se usó la toxina botulínica, y esta sigue siendo su principal tratamiento. Gracias a ella, los enfermos que antes eran virtualmente ciegos y muchas veces no podían ni siquiera salir de casa, “vuelven a ver”.
Espasticidad
Es una contracción excesiva de los músculos que hace que se acorten y estén rígidos, lo cual afecta a la postura y limita el movimiento. Sucede en enfermedades como la parálisis cerebral, la esclerosis múltiple, el ictus o los traumatismos graves en la cabeza.
En estas personas, la toxina botulínica puede lograr, por ejemplo, que anden, se vistan o coman con mayor facilidad.
Enfermedades por exceso de secreción
La toxina botulínica disminuye la salivación, por lo que se usa en personas (por ejemplo, con Parkinson o Alzheimer) que «babean» por culpa de un exceso de saliva.
Asimismo, la hiperhidrosis o exceso de sudoración en palmas, plantas y axilas también puede tratarse con toxina botulínica.
Otras aplicaciones
Por último, no podemos olvidar los usos estéticos: arrugas de la cara y el cuello, sonrisas que enseñan demasiado las encías, bocas de marioneta… Los beneficios estéticos de la toxina botulínica son innegables, aunque, como en el resto de sus aplicaciones, pasajeros.
Infiltraciones de toxina botulínica para tratar la migraña crónica
Si tienes la mala suerte de padecer migraña, no necesitas que te contemos lo terrible que puede llegar a ser ese dolor que te martillea la mitad de la cabeza.
Nadie mejor que tú sabe lo que molestan los ruidos y la luz o lo detestables e incontrolables que son las náuseas y los vómitos. Nadie sabe mejor que tú lo difícil que es a veces librarse de ese dolor que te deja fuera de combate.
¿Cuántas veces has tenido que dejar todo lo que estabas haciendo para meterte en la cama, suplicando que los analgésicos y el sueño aliviaran tu martirio? ¿Cuántos días de trabajo has perdido por culpa de la migraña? ¿Cuántos días al mes viene la migraña a visitarte?
La respuesta a esta última pregunta distingue la migraña episódica de la crónica y es importante para elegir el tipo de tratamiento.
¿Migraña episódica o migraña crónica? La frecuencia marca la diferencia
Como tú, alrededor del 12 % de los españoles tiene migraña (también llamada jaqueca).
Este porcentaje es mayor aún en las mujeres. La mayoría sufre cefalea (es decir, dolor de cabeza) de forma esporádica y consigue aliviarlo con analgésicos, ya sean los que sirven para cualquier tipo de dolor o los específicos para la migraña (llamados triptanes). Los analgésicos siempre deben tomarse al principio de la jaqueca, en cuanto el dolor empieza, para que sean más efectivos.
En algunas personas, la frecuencia de la migraña va progresando y, en vez de sufrirlas solo de vez en cuando, tienen dolor varios días al mes. En estos casos, suelen precisar medicamentos para prevenir los episodios de dolor, es decir, para que el dolor no aparezca. Cuando el dolor de cabeza aparece durante 15 o más días al mes durante al menos 3 meses, se llama migraña crónica.
¿Cómo se trata la migraña crónica?
Para responder a esta pregunta, antes necesitamos saber por qué en algunas personas la migraña pasa de ocurrir cada mucho tiempo a estar presente casi todos los días. Las causas no se conocen del todo, pero se sabe que existen algunas circunstancias que lo favorecen. Son los llamados factores de riesgo para la migraña crónica. Algunos, como el sexo femenino, la edad avanzada o la herencia genética, no se pueden cambiar, pero otros sí:
- Ansiedad, depresión, estrés.
- Trastornos del sueño (incluido el roncar).
- Abuso de analgésicos y abuso de cafeína.
- Obesidad.
- Elevada frecuencia de ataques de migraña.
Por tanto, abordar estos factores es importante. Además de cambiar el estilo de vida por uno más sano —con horarios regulares y dieta sana, adelgazando y evitando la cafeína—, es crucial seguir un tratamiento preventivo para disminuir la frecuencia de los ataques de dolor y hacer que, cuando aparezcan, sean más leves y fáciles de aliviar.
Se recomienda empezar el tratamiento preventivo para la migraña cuando se sufren 3 o más crisis al mes o cuando el dolor dura varios días o es muy intenso y no se quita con analgésicos. Existen diversos medicamentos para prevenir la migraña. La mayoría son comprimidos que deben tomarse todos los días. Tardan como mínimo 1 mes en empezar a hacer efecto, así que no hay que desesperar. Si uno no es efectivo, se puede cambiar a otro o combinar dos fármacos.
Por desgracia, hay personas que, a pesar de tomar estos medicamentos preventivos, siguen teniendo dolor muchos días al mes o crisis muy largas e intensas. También puede ocurrir que los fármacos les sienten mal y no puedan tomarlos. En todos estos casos, la toxina botulínica es una excelente alternativa.
Preguntas y respuestas sobre la toxina botulínica
Si has leído hasta aquí, es porque estás planteándote un tratamiento con toxina botulínica y tienes un montón de dudas. Vamos a despejarlas todas (o casi).
Algunas preguntas y respuestas se centran solo en la migraña, pero otras son válidas para cualquier tipo de tratamiento con toxina botulínica. ¿Empezamos?
¿En qué personas se usa la toxina botulínica para prevenir la migraña?
La toxina botulínica está indicada especialmente en personas que sufren migraña crónica (dolor 15 o más días al mes, sobre todo con crisis que duran 4 horas o más) y han probado otros medicamentos preventivos sin buenos resultados, bien porque no han sido efectivos, bien porque no les han sentado bien.
También está indicada en personas que sufren migraña episódica de alta frecuencia (más de 3 dolores de cabeza al mes) que no mejoran o no toleran los tratamientos preventivos orales.
¿Cuáles son los beneficios de la toxina botulínica en la migraña crónica?
La toxina botulínica tiene muchos beneficios:
- Disminuye el número de días con dolor de cabeza y también su intensidad.
- Permite reducir considerablemente la toma de analgésicos.
- Reduce el número de visitas a urgencias.
- Mejora la calidad de vida.
- No requiere preparación ni tampoco cuidados especiales después de la inyección.
- El efecto es rápido.
- Si tomamos en cuenta que disminuye la necesidad de otros medicamentos, así como las visitas a urgencias y las hospitalizaciones, a largo plazo es más barato.
¿Cómo es el tratamiento con infiltraciones de toxina botulínica?
La toxina botulínica se diluye en suero salino y se inyecta en el cuero cabelludo, en los lugares donde están las terminaciones nerviosas responsables del dolor de cabeza. Por lo general, en una sesión se inyecta una pequeña cantidad en 31 puntos, aunque a veces es preciso aumentar hasta 39 si la cefalea es muy intensa.
La aguja es muy pequeña, por lo que no es un procedimiento doloroso. La mayoría de los pinchacitos ni se notan, aunque algunos pueden molestar un poco. En total, cada sesión dura sólo 10 o 15 minutos.
¿Cuándo se notan los efectos del botox y cuánto tiempo dura?
Algunos pacientes notan el efecto muy rápido, a los 3 días, pero lo habitual es que el alivio se note a los 10-14 días de la infiltración (a veces, al mes).
Alrededor de la mitad de las personas notan gran mejoría ya desde la primera sesión y la eficacia aumenta con las siguientes. Sin embargo, algunas personas necesitan 2 o 3 infiltraciones antes de empezar a mejorar.
El efecto de la toxina botulínica no es permanente, por lo que es preciso repetir las sesiones cada 3 meses (este intervalo puede variar para otras enfermedades). A partir de la tercera sesión, muchos pacientes entran ya en remisión y pueden suspender las inyecciones o precisar solo sesiones de recuerdo 1 o 2 veces al año.
El tratamiento puede mantenerse durante años, ya que ha demostrado que sigue siendo eficaz y seguro a largo plazo.
¿Se me van a quitar las migrañas?
No existe ningún tratamiento que cure las migrañas. Sin embargo, la toxina botulínica ha demostrado que disminuye el número de veces que duele la cabeza al mes y, además, la intensidad de los ataques. Esto hace que el dolor desaparezca con más facilidad al tomar los analgésicos. Sin duda, la toxina botulínica te mejorará la calidad de vida.
¿Es seguro el tratamiento con toxina botulínica?
Muy seguro. Las dosis que se usan son tan pequeñas que los riesgos son mínimos. De hecho, los efectos adversos son leves y, si aparecen, son transitorios. En pocos casos puede doler el cuello o el lugar de la inyección, notar debilidad muscular o caída del párpado. Todos estos efectos son raros y además desaparecen sin dejar secuelas.
¿Todas las personas pueden usar toxina botulínica?
Casi todas. Con la excepción de las personas con ciertas enfermedades neurológicas, las únicas que no pueden usar toxina botulínica son las embarazadas y las mujeres que dan el pecho, por precaución. Tampoco se debe infiltrar botox si hay infecciones en la piel.
¿Puede combinarse la toxina botulínica con otros medicamentos para la migraña?
Sí se puede. Puede combinarse tanto con los analgésicos usados para tratar los ataques como con otros fármacos preventivos para la migraña. Respecto a esto último, una vez se empieza el tratamiento con toxina botulínica se consiguen retirar (o, al menos, disminuir) los otros medicamentos preventivos en más de la mitad de las personas.
Conclusiones
Si todavía te quedan dudas acerca de si la toxina botulínica es adecuada para ti, lo que debes hacer, por supuesto, es preguntar a tu neurólogo. Posiblemente, su respuesta sea que la toxina es para ti si tienes ataques de migraña frecuentes e intensos y ya has probado otros medicamentos, sin resultados. Te dirá también que, en la migraña crónica, los milagros no existen, pero que en el momento actual la toxina botulínica es lo más cercano a un milagro que encontrarás.
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